abril 29, 2009

Sacar sacar... que el mundo se va a acabar...

Sigo en el remate del Neko... remate no significa que me suicide dos veces, aunque la palabra así lo dé a entender... Resulta entretenido eso de rematar las cosas, porque una se imagina a la persona que trabaja con una vestido de militar, con una metralla y disparandole a todas las figuritas que quedaron por ahí... violenta imagen del remate...

Sigo buscando el pesar por el cierre de la tienda, pero no lo encuentro... más bien estoy como contenta... además, han surgido tantos nuevos proyectos que me siento bastante segura de que las cosas irán bien... cómo dice mi amigo Pedro Luis, hace mucho que "dejé ir" el asunto de la tienda...

Es que las cosas que generan demasiado peso y que no podemos solucionar hay que "dejarlas ir", como uno de esos barquitos de papel que pones en las asequias o en los pequeños ríos que se hacen en las canaletas cuando llueve... lo pones ahí y lo dejas ir...

A mi amiga Yomara le hace falta aprender a "dejar ir" las cosas... la vida mejora mucho cuando aprendes a hacerlo. Es que hay problemas cuya solución no depende de tí... y nada sacamos con hacernos caldo de cabeza con ellos... hay que permitirles que fluyan para que dejen de pesar en nuestros hombros... entonces, las soluciones parecen llegar por si solas...

Ahora me toca empezar a madurar algunos proyectos nuevos... comenzar a producir desde otro ámbito... reinventarnos con energía nueva, con un nuevo caudal de ideas que parecen llegar de todas partes... a los que están un poco tristes: la tienda no está, pero las personas quedan... los amigos serán parte de todo siempre...

abril 27, 2009

Ausencias y despedidas... adiós Neko...

Yo no estuve aquí por un tiempo... circunstancias especiales me alejaron de mi escritorio laboral y como no tengo conexión en casa (para asegurar así mi descanso) vengo de una ausencia obligada, en la que durante las mañanas, en la ducha, he escrito millones de entradas en este blog... sólo que ahora no recuerdo casi ninguna...


Así como algunos cantan en la ducha, yo repaso las frases de mis cuentos o de las cosas que podría escribir aquí... resulta super entretenido cuando es poco lo que tienes que hacer... en mis vacaciones obligadas (mi mamá se fue de viaje y no tuve a quien dejarle a mi Emy, así que me tuve que quedar con ella en casa) leí bastante... para mantener la mente ocupada...


Es que han sido semanas tan extrañas... la vida de pronto pasa tan rápido y dos semanas concentran hechos de tal forma que parecieran dos meses... pero fueron sólo 14 días... me despedí de la tiendita del horror, como cariñosamente le llamaba a la tienda de animación japonesa que tenía... causa aparente: estoy trabajando en otro lado, las ventas están super bajas... causa real: no me gusta el rubro, la animación japonesa no me apasiona y el negocio en sí no significa ningún desafío...

Admito que extrañaré a algunos de los clientes, porque son personitas especiales, pero seamos honestos: el negocio no es más que ser intermediario, primero compras y luego vendes, poniendo tu margen de ganancia. Cero creatividad... y yo en realidad soy creativa... Eso, sin contar que te significa estar solo gran parte del día, porque la gente llega a ratitos... tanta soledad carcome el alma....

Pensé que estaría triste, pero no. Ni siquiera me pesa la plata perdida... Esa se recupera con el super remate que estamos haciendo... es más, me genera tranquilidad... tengo otros proyectos que me apasionan más y ya no siento esa especie de "conciencia social" que me decía "¿cómo dejas a los pobres muchachos sin lugar donde reunirse?", pues ya habrá otro... o por último, reabrimos una vez que pase4 la crisis y la gente esté menos pobre... y pueda comprar "artículos de colección"... mientras tanto dejaremos dorimir al Neko... como llamabamos a la tienda... el gato... ya vendrán tiempos en los que nuevamente pueda salir a jugar con bolas de estambre...

abril 14, 2009

El dolor no espera...

Mi vida está algo loca... mis rutinas están descontinuadas ante la ausencia de mi madre que cuida a mi Emy para que yo pueda venir a trabajar... El trabajo está algo lento, porque no voy mucho (bien por los trabajos sin horario)... mis incursiones virtuales idem, porque no hay internet en casita (economía de guerra... o de crisis....) Y aún cuando pareciera que estoy en una especie de "descanso obligado" la vida se encarga de impedirnos descansar.

Parece que se vuelve costumbre en mi familia esto de "estar en crisis". Si no es mi papá que entra en una crisis post atracón etílico, algo más ocurre... es sólo que las otras crisis resultan menos anecdóticas que las de mi padre... y más dolorosas.

De niña aprendí que al dolor es mejor hacerle frente: es preferible un dolor grande, pero que acaba pronto a uno pequeño, pero constante y que no termina nunca... Eso es lo que pasa cuando no enfrentamos las cosas por miedo al dolor.

Pero el miedo nos congela, nos hace aceptar cosas que de otra forma jamás aceptaríamos... y el miedo al dolor es uno de los más invalidantes. Ejemplos puedo dar muchos, pero el caso es que la vida nos esconde giros inesperados y el dolor aguarda a la vuelta de la esquina... a veces no queremos mirarle la cara... pero no nos queda otra... Así lo veo hoy, mientras parte de mi familia mira al dolor a la cara armada de un coraje que parece cobardía, con una fragilidad que esconde aplomo y que nos obliga a replantearnos las cosas...

Como seres humanos vivimos insertos en una sociedad donde el dolor es parte de las cosas cotidianas. Es tal el grado de violencia que enfrentamos que aprendimos a vivir con ese dolor constante que nos causan las permantentes embestidas de este sistema violento... como una astillita en nuestro dedo que de tanto estar ahí ya no parece molestar... nos acostumbramos a ella...

Nosotras (mis hermanas y yo) venimos de una familia profundamente maltratada... como dice mi hermana, tengo la esperanza de que nos alcance la vida para reconciliarnos unos con otros. Lo impresionante es cómo ese mismo dolor lo hemos tomado de formas tan diferentes y que hemos hecho con él dentro de nuestros corazones. La capacidad de resilencia en cada individuo es tan diferente...

Mi hermana mayor, a pesar de las dificultades, sigue adelante con alegría. es optimista. Me gusta pensar que me paresco mucho a ella e intento ser optimista también. Mis hermanas "las del medio" no pueden hacer lo mismo. Tanto dolor les caló tan hondo que dejó un orificio, un abismo, un espacio ahí donde va el alma e intenta llenarlo como sea.

Y aún así, se atreven a hacerle frente al dolor, a mirarle a la cara, muertas de miedo, pero dignas, siempre dignas. Yo no tengo muchas oportunidades de decirlo, pero en realidad admiro a cada una de mis hermanas porque han sido capaces de vivir vidas buenas con muy poca materia prima. No nos tocó un camino acolchado, pero hacemos lo mejor que podemos para hacerlo una senda buena de recorrer.

Y puede parecer un poco triste lo que escribo. Quizás estoy algo triste, bastante preocupada, un poco abismada, desorientada... ya tendré tiempo de aclarar las cosas... la vida siempre entrega, al final, sonrisas a quienes quieran soreir...