Humanistas siempre...
Verán: el humanismo me inspira ser cada día una persona nueva. Tuve un fin de semana de humanismo puro y he reconfirmado mi convicción de que voy por el camino correcto. Pero ahora estoy segura que no voy sola, que hay mucha gente que acompaña este viaje.
El 4 de mayo se celebró “El Mensaje”… algo así como un aniversario que se trata de recordar el 4 de mayo de 1969, cuando por primera vez Silo habló públicamente de su filosofía. Silo es el ideólogo del humanismo. Algo así como Marx al Marxismo, Silo al Humanismo. Para que lo entiendan. Sólo que el Negro (como también lo llaman) todavía sigue vivo y cada año vuelve a dar su discurso para regalarnos algo así como una nueva esperanza.
Para mí fue la primera vez que era parte de estas celebraciones. Si bien estoy cercana al humanismo hace unos 4 años, recién en el último año me di a la tarea de vivirlo transversalmente en mi vida. Y les aseguro que ha sido una de las mejores decisiones.
Cada día que pasa, cada momento que descubro un nuevo precepto tan práctico como no tratarás a otro como quieres que te traten, entonces descubro también que fui humanista mucho antes de saber que lo era. Probablemente fui humanista sin saberlo desde el momento mismo en que dejé de ser mórula y me volví embrión. Suena a exageración, pero estas ideas me hacen tanto sentido, logran describir con tal magnitud aquello que me ocurre y que no logro explicar, que llego a sentir que encontré, por fin, a aquellos que son mi verdadera bandada. Algo así como ser un forastero errante que al final de su vida encontró el sitio al que realmente pertenece, ese donde quiere dejar sus huesos para eternizarlos en el tiempo.
No sé si logren entender la razón de tanta palabra al universo virtual. Son sólo ideas que, como ya les dije, me hacen sentido. ¿Podría no hacerlo una frase como “el ser humano como valor y preocupación central, de tal modo que nada esté por encima del ser humano, ni que un ser humano esté por encima de otro”? ¿No sería mejor levantarnos por las mañanas y descubrir que seremos respetados en lo más íntimo de nuestro ser tan sólo por ser personas?
Me gustaría levantarme por las mañanas y sentir que vivo en un lugar que busca “la igualdad de todas las personas y trabaja por la superación de la simple formalidad de iguales derechos ante la ley avanzando hacia un mundo de iguales oportunidades para todos”. Y si me gustaría tanto, ¿por qué no intentar al máximo que esas ideas, esos preceptos, se cumplan en mi vida y en la vida de los que me rodean y los que quiero?
En el último mensaje, Silo se preguntaba cómo podemos dirigir la dirección de nuestras vidas si no podemos satisfacer nuestras necesidades básicas, si estamos inmersos en un medio donde los antivalores se han validado al punto de llevarlos al nivel de lo éticamente correcto, donde el ser humano es reducido a su mínima expresión quedando ubicado por debajo del derecho, de la ley, de los poderosos y, por sobre todo, del dinero y sus sistema capitalista… “Porque la atmósfera social está envenenada de crueldad, nuestras relaciones personales se hacen cada día más crueles y el trato que se da uno a sí mismo es también cada vez más cruel”.
Y él mismo respondía que se trataba de sacar todo elemento que causa contradicción en nuestras vidas, porque “alejar la contradicción es lo mismo que superar el odio, el resentimiento, el deseo de venganza. Alejar la contradicción es cultivar el deseo de reconciliación con otros y con uno mismo. Alejar la contradicción es perdonar y reparar dos veces cada mal que se haya infligido a otros”… y ese es el primer paso.
Durante el último tiempo he vivido un clima de contradicciones. Elementos que me han causado caos… durante mucho tiempo pensé que la solución era alejarme de esos elementos que generaban confusión en mi vida. Hoy sé que la solución no es alejar el caos, sino lograr que ese caos entre en orden. Es decisión de cada uno. Mi decisión ya está tomada… estoy alegre… profundamente alegre… PAZ, FUERZA Y ALEGRIA para todos…
Mía…
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