marzo 07, 2009

Si creo...

Soy como esos niños que aplauden hasta decir basta cuanda Campanita está a punto de morir y Peter Pan pide que demuestres que crees en las hadas aplaudiendo... Yo aplaudo... Yo creo, claro que creo, creo en las hadas... o al menos, en lo que ellas simbolizan.

Si creo. Creo que en el fondo de cada ser humano existe un poquito de bondad. Soy como Amidala en su lecho de muerte diciendo "todavía hay algo de bondad en él", cuando el malo malísimo de Anakin acaba de matar a montón de niñitos... y todavía falta que le corte el brazo al hijo y elimine planetas completos con su Estrella de la Muerte...

Pero yo soy testaruda y sigo creyendo. Creo que puedo, poquito a poco, humanizar el mundo. Total que en creer no pierdo nada y en el intento gano mucho. Digo, si somos seres sociales es porque sabemos de los beneficios que significa estar en grupos. Y en función de ese bienestar, deberías a convivir en sociedad. Dejar de tratarnos mal unos a otros. Abandonar esa violencia interna que nos hace volvernos más animales que seres humanos.

Cuando sentimos envidios por otro, ese el animal que llevamos dentro el que nos domina. Cuando hablamos mal del que decimos es nuestro amigo (no sin antes sonreirle en su presencia), es el animal que nos domina. Cuando intentamos quedar por sobre nuestros amigos en una organización sólo para sentir que perduramos en el poder, ese animal ya ha infectado casi todo nuestro cuerpo.

Si creo. Creo que la violencia no debe ser combatida con violencia, sino con una paz interna tan abismante que pueda verse a kilómetros, que se pare sola frente a un tanque y lo detenga. Pero para llegar a esos niveles de paz interior hay que trabajar mucho. Hay que ser consecuente, hay que obviar lo que la sociedad te impone para vivir la vida con tus propias reglas, hay que superarse a si mismo y dejar de pelear por todo, dejar de llorar por todo, dejar de envidiar por todo, dejar de desear una vida inalcansable que nos impida ver lo maravillosa que es la vida que tenemos.

Si creo. Creo que mi vida es maravillosa. Por eso creo también que debemos tratar de hacer que otros vean lo fantástico que es todo lo que nos rodea y que cada una de las cosas que tenemos son producto de nuestros esfuerzos. No digo que no tengo problemas (hoy, justo hoy, no tengo plata para pagar la patente, y se me acabó toda la plata para el resto del mes), pero los enfrento con alegría.

Por eso creo que la Paz y la No Violencia debería ser un gérmen que lo contagiara todo. Uno que de pronto estuviera parado en cada rincón de este mundo. Por eso voy a marchar el próximo Diciembre. Por eso llevaré a mi hija a la gran Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia, porque quiero que ella también crea. Seremos más de 100 mil los que creamos en ese momento, en mitad de la cordillera, como un grito sordo que llama a la Paz, como un clamor ciudadano que nadie podrá dejar de oir.

No podremos decir, entonces, que no somos parte de algo. Todo lo contrario, seremos parte de algo importante, algo muy importante. Quien sabe, quizás entonces Campanita esté mucho más viva y Peter Pan no tenga que volver a pedir pedir aplausos. Aún así, seguiré aplaudiendo... seguiré creyendo... siempre...

www.marchamundial.cl