¿Cómo hablar?

Si cada parte de mi mente es tuya... y si no encuentro la palabra exacta...

La canción de Amaral me suena en los oídos... ¿porqué tendré esta pésima costumbre de oir música que nadie oye? En fin... el caso es que Amaral me canta en el inconsiente dadas mis aprensiones luego de mi tarde de intervenciones en Jardines Infantiles por el tema del VIH... no es que los niños tan pequeño ya estén incurriendo en conductas de riesgo, sino más bien un tema de enseñarles ciertas cosas antes de que se vicien y empiecen con eso de la discriminación y todo lo demás...

Buena tarde ésta de enseñarle a las tías del jardín a poner preservativos con la boca... si, con la boca, la mejor de mis armas al momento de cuidarme del VIH... y bueno, asumo también que dado que los hombres suelen quejarse por el uso del preservativo, de esa forma les hago la vida más fácil... Pero el cómo hablar no responde a eso... responde a que Mister Piercing (amigo de la agrupación de VIH, llamado así porque tiene muchos piercing, aunque uno jamás imaginaría que un personaje tan circunspecto como él podría llevar esos accesorios) me contó que en una prevención encontró unos condones del Ministerio de Salud con orificios... y que los vió sólo en la etapa cuando metemos las dos manos dentro del preservativo para demostrar que eso de "me queda chico" siempre es mentira... ¡Horror! Los mismos que usé para cuidarme en mis últimas incursiones... doble horror... triple horror... no podré dormir... y les juro que lo que más susto da no es precisamente el adquirir el virus..

¿Cómo hablar de un tema así con alguien para quien fuiste invisible la última ocasión que le viste? ¡Horror! Sigo horrorizada... ni porque Caballero Aries (conocido en este blog con otro nombre antes, pero cambiado para que su personalidad no sea tan evidente) hace una lectura diferente a la mía (esa de que el brasileño es un inflado que me cae mal, por ganso y perno, aunque igual lo encuentro tan rico que me lo comería un par de veces más) diciendo que él debe ser muy tímido, o que yo le gusto mucho... o sino no se pondría tan nervioso en mi presencia... En fin, creo que la única solución es preguntar y eso haré... preguntaré directamente, desatinadamente, como me caracterizo...

Por hoy queda sólo arreglar las cosas para irme a casa de Pedro Luis a ver "El Resplandor"... noche de terror... en una de esas ese terror logra superar mi horror por la falta de control de calidad en las fábricas de condones... quiera Dios que así sea...

Mía