marzo 06, 2005

La mañana después...

Hoy el cielo y la tierra me sonríen... a pesar de los problemas propios de la convivencia humana con mi madre, la tierra me sonrie con polvaredas alegres y remolinos de papeles... el cielo asoma nubes de animalitos en mi nombre...

Para que vean los efectos que tiene en la vida de una mujer sola como yo (me declaro abiertamente una mujer sola) la buena compañía, aunque sea de una noche... por común acuerdo...

No me cuestiono el tema emocional de una noche de compañía... y divido las noches: las hay de lujuria y pasión, cuando se trata de noches de sexo puro y salvaje; las hay de cariño, cuando se trata sólo de caricias inocentes libres de todo deseo sexual; y están las de compañía, equilibrio perfecto entre la primera y la segunda, y que en la mayoría de los casos resulta de las más placenteras...

Aún así, debo admitir que mis mejores noches fueron de lujuria. Pero no es el caso de la última noche, que fue una de compañía... y de la buena... buena conversación coronada por una noche de sexo tranquilo, placentero y agradable...

Lo malo es que la tribu se ha puesto en huelga de hambre involuntaria... por todo esto de la teoría que directa proporcionalidad entre la carencia de actividad sexual en mi vida y mi calidad en la cocina. Explicado en términos simples, se supone que al no tener sexo desvio mi energía sexual a la cocina, y resultado de ello, tenemos comida muy rica...

Así que, soterradamente, la tribu ha reclamado por mi noche de compañías... dicen que ahora tendrán que soportar un período de comida quemada, salada, desabrida, con sabor a agua o todos los factores juntos al mismo tiempo...

Yo por mi parte, agradezco anónimamente los halagos a la suavidad de mis labios, lo agradable de mi olor, la calidad de mi pelo, y ante todo, mi carácter cariñoso y amable (ese que surge sólo en contadas ocasiones de mi vida) y y ese verme tan sutil en un mundo carente de sutileza... no sé si realmente soy todo eso, pero sigo agradeciendo, porque son palabras que llegaron justo cuando lo necesitaba...

Mia